La gastronomía quiteña así como su oferta está ligada a los distintos procesos históricos de Quito y es un referente del crecimiento de la urbe. Mientras en los siglos XIX y XX, el desarrollo en la oferta fue lenta, desde la segunda mitad del XX y la primera del XXI, este proceso se aceleró. La ciudad pasó de un registro, en el XIX, de 36 fondas en el Centro Histórico, a un desarrollo hotelero atado a restaurantes con una influencia de las cocinas francesa e italiana.
De acuerdo con los datos históricos, recuenta Miguel Burneos, coordinador del programa Rescate de los Sabores Tradicionales del Ecuador, la ciudad ha contemplado entre sus menús el platillo denominado cochinilla, pasando por la comida popular, la influencia norteamericana y, actualmente, el objetivo de promover la comida ecuatoriana.
La evolución de la comida en la capital también da cuenta de que en la primera década del siglo XX se intensifica la migración del Centro hacia el sector de La Mariscal. En El Ejido, por ejemplo, se abre la cafetería el Infierno Guayaquileño, Helados Patito, etc. El sushi se desenrolla en la rutina de Quito Perú lidera la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina Un sitio para la comida afro, chola y montubia En la primera década del siglo XX, también, el sur empieza a crecer con la llegada del ferrocarril a Quito (1908). Años más tarde, en sectores como la Michelena y La Magdalena, se prepara y oferta el caldo de 31 y la tripa mishque. Burneos comenta que estos platillos dan cuenta de un proceso migratorio desde varias provincias. Por otro lado, aparecen restaurantes como Chalet Swiss. Uno de los sitios tradicionales que se inauguró en esta época fue Sánduches de Don Soto, en 1939. En 1960, La Mariscal ya se consolidó como una zona de comercial. En la actualidad tiene 4 000 locales. También, desde mediados del siglo XX, Quito experimenta una mayor oferta hacia el norte. Uno de los puntales fue la apertura del Centro Comercial Iñaquito, en 1967.
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