Hidalgo fue una revolucionaria e hizo historia varias veces de manera silenciosa. Motivada por su curiosidad, la mujer logró numerosas victorias a lo largo de su vida.
Nacida el 21 de noviembre de 1989, en la ciudad de Loja, Hidalgo creció en el seno de una familia de clase media ecuatoriana. La menor de seís hermanos, fue criada por su madre, Carmen Navarro, después de que su padre, Manuel Hidalgo, falleciera cuando era muy pequeña.
Matilde Hidalgo creció en un mundo que era muy distinto al de hoy en día. Estudió la Primaria en un colegio de monjas hasta los 11 años, cuando terminó sus estudios básicos. Sin embargo, en esos años ese nivel educativo era el máximo al que las mujeres podían aspirar. El sistema educativo no permitía que ingresaran al bachillerato para seguir sus estudios, pues debían prepararse para ser madres y amas de casa.
Pero al acabar la Primaria, Matilde tenía claras sus intenciones de seguir estudiando Secundaria, y así se lo manifestó a su hermano Antonio, que fue siempre su gran apoyo. Para poder cumplir con su deseo, su hermano tuvo que hacer una solicitud especial en el colegio secundario Bernardo Valdivieso.
La solicitud de Matilde era inusual en la época. El director del colegio, tras pensarlo por un mes, la aceptó en su institución. Sin embargo durante esos años Matilde sufrió el rechazo no solo de algunos de sus compañeros, sino de gran parte de sus vecinos, que hasta le prohibieron a sus hijas que jugaran con ella.
Finalmente, Matilde terminó la secundaria. Se graduó con honores y se convirtió en la primera mujer bachiller en Ecuador. Pero Matilde iba por más.
Matilde Hidalgo de Prócel. Foto: Wikimedia
Durante sus años en la secundaria, la joven se interesó mucho por la biología y las ciencias naturales. Por eso cuando decidió que iba a estudiar medicina no sorprendió a quienes la conocían.
La brillante bachiller intentó matricularse primero en la Universidad Central de Quito, pero el decano de Medicina rechazó su petición con el argumento de que debía centrarse en su destino de formar un hogar y cuidar de sus futuros hijos como todas las mujeres ecuatorianas. El directivo intentó convencerla de que estudiara otras carreras como farmacología o enfermería, pues la medicina era todavía una disciplina “para hombres” en Ecuador.
Pero como había hecho para entrar al bachillerato, Matilde no se rindió y recurrió a su hermano Antonio para que le ayudara. Fue a otra institución, la Universidad de Cuenca, y realizó allí la solicitud de matrícula. El rector, tras consultar con el decano de la Facultad de Medicina, la admitió. Una decisión que tiempo después rendiría frutos.
Hidalgo se recibió como médica en 1919 con honores y dos años después, el 21 de noviembre de 1921, finalizó su doctorado y así se convirtió en la primera mujer en Ecuador en recibir ese título. Dos años después de egresar, se casó con el abogado Fernando Prócel con quien tuvo dos hijos: Fernando y Gonzalo.
Además de la medicina, a Matilde Hidalgo le gustaba la poesía y publicó varios poemas en los que abordaba temas como la naturaleza, la ciencia o el amor.
Y solo años después haber recibido su título de doctora en medicina, Matilde Hidalgo estaba lista, de nuevo, para romper con los esquemas y hacer historia en su país.
Para las elecciones legislativas de 1924, Matilde Hidalgo empezó a cuestionar por qué las mujeres no podían ejercer el derecho al voto. Decidió inscribirse en una mesa electoral de su ciudad, pero los jueces no la dejaron.
La respuesta de Matilde Hidalgo de Prócel a esta negativa fue leer, delante de los miembros del órgano electoral, el artículo de la Constitución ecuatoriana que regulaba el derecho al voto, y que decía que “para ser ciudadano ecuatoriano y poder ejercer el derecho al voto el único requisito era ser mayor de 21 años y saber leer y escribir”.
La cosa no quedó ahí. Su solicitud fue elevada al Consejo de Estado, que decidió otorgarle el derecho tras una votación unánime.
Cinco años más tarde, en 1929, el país aprobó el sufragio femenino, convirtiéndolo en el primer país latinoamericano -junto a Puerto Rico- en donde las mujeres votaron en las elecciones nacionales.
Diez años después, en 1941, Hidalgo de Prócel volvió a hacer historia al ser la primera mujer en postularse a un cargo de elección popular en Ecuador y la primera elegida como administradora pública.
Pero la verdadera vocación de Matilde Hidalgo de Prócel fue la medicina y el servicio a los demás, aunque la combinara con la política durante algún tiempo. La ejerció en Guayaquil hasta 1949, año en el que consiguió una beca de especialización en Pediatría, Neurología y Dietética en Argentina.
Al terminar sus estudios, la mujer ecuatoriana regresó a su país y se dedicó a llevar a cabo obras sociales. En aquel tiempo, su nombre era conocido por todo Ecuador y tenía la popularidad necesaria para ser nombrada vicepresidenta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y presidenta vitalicia de Cruz Roja.
El gobierno ecuatoriano le otorgó la Medalla al Mérito y la Medalla de Salud Pública, y en su ciudad natal de Loja se hizo un museo en su nombre. Matilde murió el 20 de febrero de 1974 en Guayaquil. y recibir la Medalla al Mérito de Salud Pública.
FUENTE: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/matilde-hidalgo-de-procel-la-primera-mujer-de-america-latina-que-pudo-votar-articulo-892248
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