En el corazón del centro histórico de Quito, las calles empedradas y los antiguos muros de iglesias esconden historias que, más que ser contadas, se sienten. Una de las leyendas más emblemáticas es la del Padre Almeida, un personaje cuya audacia y espíritu rebelde lo han inmortalizado como parte del alma quiteña. Pero, ¿sabías que puedes sumergirte en esta y muchas otras historias mientras disfrutas de la riqueza gastronómica de Ecuador en Hasta la Vuelta, Señor Restaurante?
La leyenda del Padre Almeida
Cuenta la tradición que el Padre Almeida, un clérigo de la época colonial, tenía una debilidad especial por las noches bohemias. A pesar de los votos religiosos, escapaba del convento trepando por la ventana y aprovechaba la vida nocturna quiteña, repleta de misterio y encanto. Pero siempre regresaba antes del amanecer. En una de estas escapadas, al pasar frente al Cristo de la Iglesia de San Francisco, escuchó una voz que le decía: “¿Hasta cuándo, Padre Almeida?”, a lo que él respondió con desparpajo: “¡Hasta la vuelta, Señor!”.
Esa frase no solo quedó grabada en la memoria popular, sino que se transformó en un reflejo del espíritu quiteño: irreverente, valiente, y lleno de vida. Hoy, esta leyenda sigue viva, recordándonos que Quito no es solo una ciudad; es un espacio donde las historias se entrelazan con la vida cotidiana.
Donde la leyenda cobra vida
Visitar Hasta la Vuelta, Señor Restaurante es mucho más que una experiencia culinaria; es un viaje en el tiempo. Ubicado en el histórico Palacio Arzobispal, el restaurante combina lo mejor de la gastronomía ecuatoriana con el encanto de las tradiciones quiteñas. Aquí, cada plato es un homenaje a las raíces de la ciudad y al espíritu de quienes han forjado su historia.
Imagina degustar un delicioso seco de chivo, acompañado de una refrescante caña sour, mientras observas la imponente arquitectura colonial que rodea el lugar. Todo está diseñado para que sientas a Quito no solo en el paladar, sino en cada rincón, en cada aroma y en cada detalle que revive las leyendas que nos unen.
¡Quito se vive, pero también se siente!
El Padre Almeida nos enseñó que Quito está lleno de contrastes y emociones. Y en Hasta la Vuelta, Señor Restaurante, estas emociones se mezclan con sabores que conquistan. Desde la tradicional colada morada y guaguas de pan hasta platos emblemáticos como el aguacate relleno de camarón, cada bocado te acerca más al alma de Quito.
No necesitas una excusa para vivir esta experiencia. Ven y descubre por qué Quito no solo es una ciudad para admirar, sino para sentir. Porque como el Padre Almeida, todos tenemos una vuelta pendiente con el pasado, con las leyendas y, por supuesto, con la buena mesa.
¡Te esperamos en Hasta la Vuelta, Señor Restaurante!
Sumérgete en nuestras tradiciones y revive las historias que hacen de Quito una ciudad única. Aquí, entre risas, buena compañía y los sabores más auténticos de nuestra tierra, ¡la leyenda continúa! ¿Qué esperas para sentir a Quito?